jueves, 16 de septiembre de 2010

Lo culturista y lo doméstico



Como últimamente me he vuelto más trota-aceras que nunca por culpa de mis huesos reblandecidos, se me están generando interrogantes vitales en los lugares más insospechados de Algorta.

La foto de las tres culturistas que miran pasmadas a la playa de Ereaga exhibiendo músculos hipertrofiados, bronceado con la melanina saliéndose de escala y expresión catatónica paraliza mi marcha inevitablemente cuando paso a su lado.

Esta foto engancha mi mirada y me quedo bizca de pasmo. Ver esos músculos hiperdesarrollados, bajo una intensa mirada azul, me corta la respiración, hasta me frena las piernas. Una se imagina toda esa sangre trabajando como la clase política en víspera de elecciones, a punto de reventar del esfuerzo por llegar a todos los rincones. ¡Músculos de mujeres! Que no estoy acostumbrada todavía a la igualdad en el culturismo, esa es la verdad.

Y el cerebro se me atasca de preguntas. ¿Esto era la igualdad? ¿Conseguir similares músculos hiperabultados? ¿Calcar lo que según nuestra cultura les va a los hombres y dejarse la vida en alcanzarlo? Ya les podría haber dado a ellos por lo mismo, los tendríamos planchando hasta los cordones de los zapatos, repasando los cristales con el paño de limpiar las gafas y limpiando las separaciones de las baldosas de la cocina con una aguja pinchaporquería. ¡Mira que tenemos ganas de que se hagan domésticodependientes!

Volviendo a las chicas culturistas de la foto, es cierto que le han puesto el toque diferenciador: una buena capa de rimel y otra de sombra de ojos. De momento son territorio femenino según la cultura “culturista” actual, que es como decir que puede cambiar mañana mismo. Es  lo que tiene lo cultural, de un día para otro se puede cambiar y nadie se lo cuestiona. Y me vuelve otra pregunta ¿algún día se llenará el mundo de hombres adictos a la limpieza de los azulejos?

1 comentario:

  1. Bueno, no sé, me parece un poco exagerado... Hay mujeres hipermusculadas, como muchos hombres, mujeres panzonas y fondonas, como muchos hombres... Y hombres que realizan tareas del hogar, o como queramos llamarlo. Vale que no son mayoría ni multitud, pero tampoco lo son las hipermusculadas. A lo mejor es que lo que falta es un par de fotos de tipos con delantal limpiando los azulejos ;-)

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