miércoles, 15 de septiembre de 2010

Es lo que hay



Es lo que hay - me dijo la ginecóloga. Miré de nuevo el informe de la densitometría y pensé “claro, como ella debe de tener unos 35… esto le pilla lejos, y no empatiza conmigo porque, seguro, debe de figurar en los manuales de primero de medicina que se evite la empatía con la paciente, y ésta lo sigue a rajatabla”.

Allí estaba la prueba, en aquella imagen rara que le habían sacado a mi fémur. Bueno, me dije, lo podías haber esperado, dada tu herencia genética, no eres la primera mujer de la familia descalcificada. Pero me cabreé, ¡ya está bien!, otra discriminación, nos toca esta lotería a las mujeres y no a todas. ¡Qué bien, en el grupo de las escogidas!

He vuelto a mirar la densitometría decenas de veces. Una imagen vale más que mil palabras. Me lo van a decir a mí, que tengo la manía de ir con la cámara digital en el bolso, a todas partes. ¡Nunca se sabe lo que te puedes encontrar! A veces una puesta de sol alucinante y otras una calle plagada de socavones. La realidad es así, o te reblandece las neuronas sentimentales o te provoca un pinchazo en la rueda del coche a las siete y media de la mañana cuando vas tarde a trabajar. Es lo que hay – diría mi ginecóloga, seguro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario