lunes, 30 de agosto de 2010

De trapos y siliconas

De trapos y siliconas (Gabriela Cañas)

Se impone el culto al cuerpo y las mujeres adoptan la imagen hipersexuada que se espera de ellas ante las dificultades de hallar su sitio en una sociedad desequilibrada por el peso del dinero y los valores masculinos . ( El País, 30 de agosto 2010)

 

Algunas de las frases en el artículo: 


  • sobre el burka: "El denominador común de ambas culturas es el cuerpo de la mujer como objeto de deso masculino que debe ser ocultado a los demás o, por el contrario, exhibido como tal para deleite del gusto varonil".  "... al burka se le ha considerado una prisión degradante ... ¿Y qué hay respecto a la prisión denagrante de la cirugía estética?


  • sobre la adolescencia: ... "Así hemos generado un mundo de esquizoides en el que se invita a las adolescentes a estudiar como leonas y vestir como panteras."...

leer artículo completo "De trapos y siliconas"




 

jueves, 26 de agosto de 2010

Loncha de jamón York

Yo también soy imperfecta. Por eso, soy también una de "las otras Maripuris" y me solidarizo totalmente con Maripuri-primeriza, aunque en eso de la maternidad le llevo años de rodaje y en los últimos años, de forma más intensiva, combinando ese rol de madre con el de hija. En consecuencia,  el sentimiento de loncha de jamón york se agudiza.

Un día sí y el otro también mi amanecer va unido al sentirmiento de loncha de jamón york.  Desde hace años convivo con mi madre y mi hijo.  Tres generaciones juntas, una loncha de jamón York entre pan y pan. La tapa de arriba: mi madre, que siguiendo el proceso natural de vida hace ya un tiempo está retornando progresivamente a su etapa de adolescencia. Después, se supone, continuará hacia  la infancia. Mientras tanto, la otra tapa de pan: mi hijo universitario, con una neurona, y esa, algunas veces le rebota, no termina de salir de la adolescencia. Así, mi día-a-día trascurre entre pan y pan.

El agobio y sofoco de vivir aprisionada entre dos generaciones – las dos tapas de pan- se compensa con las satisfacciones de ver a un madre que se agarra con fuerza a la vida, que saborea y disfruta los momentos y días simplemente rogando salud a su Dios para que la mantenga en esta tierra mucho tiempo con todos sus hijos, hijas, nietos, nietas y  amigas. 

Mi hijo saldrá de esta etapa de forma diferente a mi madre. Sí,  saldrá. Ya se le notan indicios intermitentes que me proporcionan oxigeno y esperanza. El iniciará un camino tarde o temprano sin mí. Y yo, dentro de poco, -la vida vuela más que corre-, recorreré otra etapa de mi vida desterrando y al mismo tiempo añorando ésta de loncha de jamón York.


La Mari–Loncha de jamón York

miércoles, 25 de agosto de 2010

Sin más, lo hacemos ....

  
Hace menos de un año, un nuevo título se ha sumado a la larga lista de esos que abundan en mi trayectoria vital: soy madre. Tal vez por eso, y especialmente por  serlo por primera vez, el concepto de maripuri ha entrado en lo más profundo de mis carnes, ya que por primera vez siento y padezco la perspectiva y visión que muchos y muchas mantienen desde fuera (y aunque nos pese. Mucho siglo XXI y blablabla, pero luego la realidad es la que es, sobre eso que dicen que es ser mujer).

Reflexionando mientras duermo a la peque, o mientras le doy pecho (otro caballo de batalla con propios y extraños sobre él que hablaré en otro momento), me doy cuenta de que dentro de nosotras, como mujeres, se esconden muchas otras, lo que no sé si nos convierte en matriuskas vivientes o en maripuris multicéfalas. Somos la mujer trabajadora, la mujer ama de casa, la mujer amante amantísima, la mujer amiga, la mujer madre, la mujer hija, la mujer nuera. Y en todos y cada uno de estos roles se nos exige la perfección, el cien por cien, sin un ápice de desaliento. Y lo que más cachondo del tema es que, generalmente, lo conseguimos. Lo damos todo, generosamente, sin sensación de cansancio, sin sensación de cumplir ninguna obligación. Sin más, lo hacemos.

Pensando sobre el tema, no sé yo si se trata de un gen que alguien introdujo en nosotras con muy mala idea, o si se trata de algo cultural que espero que maripuris futuras superen o mejoren oportunamente. La cuestión es que todas andamos de acá para allá, con mil tareas en la cabeza, activas constantemente, que parecemos pulpos, oyes. Y por cierto, siempre estupendas, con la raya del ojo bien puesta (antes muerta que sencilla).

Por lo que disculpadme, pero que nadie se llame a error si me equivoco en algún momento y pretenden llamarme al orden. Yo también tengo derecho a ser imperfecta; por eso soy una de "las otras maripuris" :-).

La Maripuri primeriza.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Apego, sí, pero no ese de Mariflower



Soy una de las “taintantos” de las otras maripuris. Una de esas que cree, desde hace tiempo,  en naranjas completas y no en el andar y deambular por la vida en un  peregrinaje continuo en búsqueda de la otra media parte de la naranja.

Mi madre me comenta que vivo muy bien, que “el buey suelto bien se lame”,… Y, aunque no me identifico con esta frase de Cervantes en el Quijote, sí me identifico con lo que pretende: destacar la importante de la libertad e independencia.  Así,  apego sí. Apego a tu libertad e independencia; no negándote nunca a compartir proyectos en común. Todas las  relaciones sentimentales, de amistad, familiares,  deben enriquecerte y no coartar tu dignidad de MUJER, con mayúsculas. 


La Mari-loncha de jamón York


Pdta. En próximo post argumentaré lo de llamarme “La Mari-loncha de jamón York”

En busca de la felicidad....con tu propia maripuri...


Ayer leí el artículo escrito por Mariflower, y la verdad es que puedo decir que me encantó...Estaba tan lleno de mariposas, atontamiento, sinceridad, enamoramiento adolescente...y esa puridad del primer amor..."me monto en bicicleta aunque me caíga, sólo por estar contigo...cariño mío". Quien lo probó, lo sabe.

Pero..."con el tiempo una aprende, que los besos no son contratos, y los regalos no son promesas...Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores".

Y sin duda, el amor correspondido es de las cosas más bonitas que te pueden pasar en esta vida, pero a la única persona que vas a tener que aguantar toda la vida...sólo eres tú...porque aunque a veces nos cueste entenderlo, el amor a veces cambia, se acaba, desaparece, o incluso se esfuma..

Por eso, este canto al amor, pero sobre todo amor a la maripuri que llevas dentro!!!!!!!!!!JAJAJAJAJA

Quieránse mucho.
Alicia

martes, 17 de agosto de 2010

En busca de aficiones comunes…
















Soy una maripuri de esas de menostantos, en la fase de enamoramiento, después de 9 años de relación con mi chico. Algo bastante inusual y extraño, pues la mayoría de los estudios que se han realizado al respecto señalan que la duración de esta fase de enamoramiento, la de las chispitas en el estómago y la de la ceguera pasional, tiene una duración aproximada de entre 18 y 30 meses. Parece que mi cuerpo no se hace resistente a toda esa reacción bioquímica que produce esa sensación  de satisfacción y felicidad cada vez que estás con la persona a la que tienes por pareja y, que para quiénes te rodean, lo ven como un simple “atontamiento”. Pero como más vale prevenir que lamentar y en vistas de que no pueda estirarse mucho más, ahora toca preparase para la segunda fase, la del “apego”.

Dicen que es importante tener intereses y aficiones comunes para que la relación continúe. Así que reflexionando sobre las aficiones que tenemos en común me he dado cuenta de que no tenemos ninguna. A él le encanta andar en bici, y a mi… la verdad es que no sé si a mi me gusta o no,  porque creo que desde que tenía 15 años, hace ya unos cuantos de eso, no he vuelto a montar en una de ellas.
Así que esta tarde es lo que toca: una ruta en bicicleta.

MariFlower

lunes, 16 de agosto de 2010

Quiénes somos y donde estamos

 

Las otras Maripuris somos un grupo de mujeres. Unas de "taintantos"; otras de "menostantos". Todas educadas en aspectos tradicionales, dentro de los esterotipos de mujeres. Ser comedidas, discretas, finas y elegantes, con un cierto matiz subliminal de abnegadas han sido los distintivos marcados por nuestros padres y especialmente por nuestras madres.

El resultado ha sido  unas mujeres con un sello invisible, en algunas;  en otras aún bien visible de feminidad y tradición pero en todas nosotras con algo en común: dicotomía interior entre la mujer que han querido y la que nosotras queremos.

Aquí, en este blog hablaremos y reflexionaremos sobre nuestros pensamientos y nuestras actuaciones. Pondremos "patas arriba" nuestros roles de "pareja de", madre, hija, mujer trabajadora... Todos estos papeles los desempeñamos en  nuestro día-a-día. Deseamos seguir desarrollandolos, pero desde "nuestro sentir" y no desde la imposición familiar, social y laboral.