Hoy me ha llamado mi marido por teléfono, sorprendido, para contarme que en el bloque de viviendas donde viven sus padres, y donde él vivió hasta casarse conmigo, han matado a una mujer, conocida suya del vecindario y compañera del colegio de su hermano. Con tan sólo 25 años. Que esto de la edad cuando asesinan a uno debería ser indiferente, pero provoca más pavor social cuanto más baja es. Y este es el caso.
Pero es que, además, hoy nos pilla más cerca. Porque generalmente suele tocar más lejos, y como todo lo que está lejos, duele menos, o sin más se asimila mejor, como una noticia más entre derbies, controladores y crisis económica. Es una noticia más. Pero hoy, algunos al menos, le están poniendo cara, voz, lágrimas, sonrisas, holas y adioses en la puerta del ascensor. Y sentimientos encontrados que se pierden en la inmensidad de una sociedad tremendamente injusta.
Y entonces, cuando toca tan cerca, un escalofrío recorre nuestra espalda para hacernos ver que ninguno, ni ninguna, estamos a salvo de noticias como esta, tan tremendas, absurdas y medievales. A lo mejor es ahora cuando muchos intentaremos aportar nuestro grano de arena en esta denuncia que debe dejar ya el papel y el lazo, para además, aportar soluciones eficaces y con resultados.
Lo primero, felicitar por el post porque escribiendo posts como este estaís aportando vuestro granito de arena para que este tipo de noticias no pasen desapercibidas o lo que es peor, que se conviertan en algo "normal" en la rutina, es de agradecer encontrase con este tipo de lecturas.
ResponderEliminarCreo que el derecho a la vida nunca puede ser vulnerado y menos por este tipo de hecho porque hacen que como sociedad seamos un poco peores y una cura de humildad para no ir dando lecciones cuando en nuestra propia casa debemos limpiarla antes de hablar de la de los demás.
Por último, mis más sinceras felicitaciones por el post y adelante con este tipo de post denuncias!