jueves, 26 de agosto de 2010

Loncha de jamón York

Yo también soy imperfecta. Por eso, soy también una de "las otras Maripuris" y me solidarizo totalmente con Maripuri-primeriza, aunque en eso de la maternidad le llevo años de rodaje y en los últimos años, de forma más intensiva, combinando ese rol de madre con el de hija. En consecuencia,  el sentimiento de loncha de jamón york se agudiza.

Un día sí y el otro también mi amanecer va unido al sentirmiento de loncha de jamón york.  Desde hace años convivo con mi madre y mi hijo.  Tres generaciones juntas, una loncha de jamón York entre pan y pan. La tapa de arriba: mi madre, que siguiendo el proceso natural de vida hace ya un tiempo está retornando progresivamente a su etapa de adolescencia. Después, se supone, continuará hacia  la infancia. Mientras tanto, la otra tapa de pan: mi hijo universitario, con una neurona, y esa, algunas veces le rebota, no termina de salir de la adolescencia. Así, mi día-a-día trascurre entre pan y pan.

El agobio y sofoco de vivir aprisionada entre dos generaciones – las dos tapas de pan- se compensa con las satisfacciones de ver a un madre que se agarra con fuerza a la vida, que saborea y disfruta los momentos y días simplemente rogando salud a su Dios para que la mantenga en esta tierra mucho tiempo con todos sus hijos, hijas, nietos, nietas y  amigas. 

Mi hijo saldrá de esta etapa de forma diferente a mi madre. Sí,  saldrá. Ya se le notan indicios intermitentes que me proporcionan oxigeno y esperanza. El iniciará un camino tarde o temprano sin mí. Y yo, dentro de poco, -la vida vuela más que corre-, recorreré otra etapa de mi vida desterrando y al mismo tiempo añorando ésta de loncha de jamón York.


La Mari–Loncha de jamón York

1 comentario:

  1. Jajaja, muy bueno. Piensa que a lo mejor es el momento de convertirse en un rico y sabroso kebab ;-))))

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